Y esas discusiones en mi cabeza, me dejan tanto rencor adentro. No sé si con vos o conmigo, porque la que se guarda las cosas acá, soy yo. Y no sé cómo podés llegar a tomarlo vos, no sé qué me dirías.
Pero cada vez me hace peor guardarme las cosas que te tendría que decir. Porque me carcomen. Me duele.
Supuestamente, "te la jugaste". Bueno, bien por vos pibe; pero te tendrías que haber dado cuenta que yo también estaba en el juego.
Y de pronto, decidiste no jugar más. Pero es como Jumanji. Lo empezás y lo tenés que terminar para que el calvario termine. Pero tenés miedo de tocar el tablero. De mover las fichas. De tirar los dados. ¿Por qué quisiste dejar de jugar?
- Entonces, ¿Qué te pasó?
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