Comparándolo conmigo:
Ningún año sería bueno, sin mi crisis de mitad de año.
¿Saben por qué?
Porque ser demasiado feliz, llega al punto de aburrirte. Tu vida se vuelve monótona.
Nunca viene mal algo de tristeza, algo de dolor, algo de enojo, algo de ira, algo de rencor. Es cambiar un poco, es darle gusto, sabor a tu vida.
Como yo. Después de sentirme tan, tan mal... las cosas que serían buenas para vos, para mí, son increíbles.
vivís el contraste -
No hay comentarios:
Publicar un comentario