miércoles, 1 de diciembre de 2010

Taking chances.

Siempre, al menos alguna vez en la vida nos preguntamos ¿qué hubiera sido si...?



Siempre tomamos en cuenta las decisiones más importantes cuando nos hacemos esa pregunta. Esas decisiones que verdaderamente, de alguna manera u otra nos cambiaron la vida. Pero no nos damos cuenta, que todos los días estamos tomando decisiones. Por más ínfimas que sean, a todo momento, estamos tomando decisiones. Y cada una de ellas, afecta nuestra vida, en cierta manera.
Si nos ponemos a pensar el "qué hubiera sido si...", tendríamos millones de preguntas que hacernos. Porque más allá de las decisiones grandes, existen esas pequeñas decisiones, que sin darnos cuenta, cambian nuestra vida.
Las decisiones involucran diferentes opciones para elegir. La cantidad de opciones que involucre, sean dos, tres, cuatro, cinco, son las diferentes maneras en que pueda salir tu vida a partir de ahí. Me refiero a que, si elegimos la opción X nuestra vida cambiaría... pero si hubiéramos tomado la opción Y, nuestra vida cambiaría de manera distinta. Y así sucesivamente. Por ende, teniendo tantas decisiones que tomar en la vida, aunque algunas suenen tan tontas que no les demos importancia... podemos decir que la vida es una cadena. La vida es una cadena de decisiones. Porque una decisión hace a la otra. Quiero decir, que una decisión es consecuencia de la otra.
Nuestra vida tiene un orden crono(lógico). Su orden no puede ser modificado, carecería de sentido completamente. Y aquellas decisiones tomadas que cambien de tiempo y lugar dentro de la escala de tiempo de nuestras vidas, serían inexistentes. ¿Por qué? Porque lo que causó esa decisión, no existiría. Se rompe el efecto de causa/consecuencia y así mismo, se rompe la decisión. No existe.
Volviendo a la pregunta planteada en el principio, todos alguna vez nos arrepentimos de haber tomado ciertas decisiones que cambiaron nuestras vidas. Pero la verdad es que todas las pequeñas decisiones cambian nuestras vidas. Y si tratamos de componer las diferentes vidas que podrían haber salido de una pequeña decisión (porque esa decisión tomada, equivaldría a otra, esa te daría dos variables diferentes sobre tu futuro, y así sucesivamente), al fin y al cabo terminaríamos encontrando que existen 9842 vidas paralelas. Y la verdad es que más allá de la primera decisión que desencadenó el resto de tu vida, por algo es que fue así. Por algo fue tomada esa decisión. No podemos hacer todo. En la vida, siempre resignamos algo. Y más allá de ese "algo"



nuestra vida es ésta y la elegimos así. Punto final.



{... no pienses más.}

No hay comentarios:

Publicar un comentario