viernes, 25 de febrero de 2011

Cuando es amor y no fastidio.

En cuestiones del amor, aparte de liberarnos, sacarnos el estrés de encima (cuando es amor y no fastidio) y volvernos mucho más idiotas de lo normal, ¿es normal el hecho de inhibirse?
Sí, yo creo que sí. En tal caso, hablando de amor, inhibirse significa importancia. Tal vez por el hecho de que tememos ser nosotros mismos, porque no queremos destruir esa pantalla que la otra persona creo de vos. Esa vista perfecta que se hace el otro. Tenemos miedo de demostrarle la verdad. No, corrijo: tenemos miedo de que el otro se de cuenta que no sos perfecto. Que tus defectos existen. Que te da miedo perderlo por el simple hecho de ser demasiado, o mejor dicho, no serlo.

Sí, me da miedo perder a esa persona. Perder a alguien así, que se cree tan defectuoso y en verdad es mejor de lo que se imagina. Me encantaría ser un poco más espontánea, ser un poco más relajada. Porque por eso, una vez ya me perdí. Me conociste así, te enamoraste de esa persona. No quiero perderme. Y mucho menos, perderte.




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No estás teniendo la visión general que yo sí. No te reduzcas a una situación, dedicate a analizar el contexto y vas a entender que no soy la que está mal en el asunto. Tal vez no lo estoy manejando de la mejor manera, pero estos son mis métodos. Te lo dije mil veces, y llegaste al límite.

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