domingo, 17 de octubre de 2010

Veinticuatro hs.

Yo creo que el tiempo no se debería medir en horas. Un día no dura 24 hs.

"Life is full of lonelyness, of misery and suffering and happiness and it's all over much too quickly"

(La vida está llena de soledad, de miseria, y de sufrimiento y felicidad, y todo se termina demasiado rápido.)

Woody Allen.

Si en el trascurso de nuestras vidas vivimos millones de días... ¿se supone que la vida es larga?  La vida, como nos cuenta el señor Allen, se termina tan, pero tan rápido que ni siquiera podemos darnos el lujo de decir que la vida es larga.
Más allá de que un día tenga, como regla universal, comprobado por la ciencia, veinticuatro horas, un día dura lo que uno cree. Porque tal vez sentimos que un día pasó volando, y que otro se hizo tan largo que no veías la hora de llegar a tu cama para poder dormir. E inclusive, muchos días nos parecen larguísimos, o una semana nos parece un mes, y sin embargo, pasa esa semana y nos damos cuenta que siete días de veinticuatro horas se resumieron en tan poco que nos parece que hubieran pasado doce horas, nada más.
El tiempo se disfraza ante nuestros ojos, dejándonos a nuestro criterio la forma de interpretarlo. Siempre dicen: "lo bueno se pasa rápido", y es verdad. Mientras estás disfrutando, sin pensar en contar el tiempo, éste vuela. No podemos quedarnos toda la vida mirando fijamente a un reloj, esperando que todo pase más lento, y que la vida se "alargue". Porque no sería vida.
Al fin y al cabo, sí, es verdad: el tiempo, en sí, se pasa rápido. Y aunque el día de hoy parezca largo, fue un abrir y cerrar de ojos. Al final de nuestras vidas, nos damos cuenta que pasó tan rápido, que podríamos resumirla en dos semanas. Queda en nosotros que nuestra vida tan corta


lo disfrutemos como si fuera una vida eterna.

{...pero hay momentos que duran años.}

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