sábado, 19 de febrero de 2011

Locura y realidad.

Si hablamos de egoísmo, entre dos personas... ¿Cuál es verdaderamente egoísta?

Teniendo una mirada objetiva, muy general del asunto, podemos hablar de puntos de vista nada más, ¿verdad?
Eso es para alguien que no se interesa en profundizar. Si nos adentramos en las razones, en entender a cada persona por separado, para después comparar, dejamos los puntos de vista de lado.
Cada lado nos convence con una causa para lograr el objetivo común. Y somos árbitros de la elección, ya que desde afuera podemos entender cuál es la causa más noble.
Pero si hablamos de un caso en el que no hay árbitros porque nadie, nadie vive esa realidad de la manera que vos la vivís, ¿quién se merece ganar?
Porque tal vez, así es como se siente la persona del otro lado: incomprendida. Así, sin darnos cuenta, volvimos a los puntos de vista.

Entonces, utilizando el egoísmo como inicio para un tema que comprende una inmensidad increíble, llegamos al interrogante: ¿Sólo nosotros vivimos nuestra realidad?


¿Será que los demás son espectadores?


{...¿puedo ser tu realidad?}

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