martes, 28 de diciembre de 2010

Yo creo que la Navidad llega a lo último del año, apropósito. No es que crea en Navidad, pero es un buen motivo para estar con familia (las fiestas, en sí). Y es un buen momento para que la poca esperanza que nos queda se renueve. Con respecto a la tardanza de la fecha... talvez es por el simple hecho de que espera todo el año para ver qué fue lo que no llegó. Para tener buenas expectativas del próximo año. Para pedir un regalo con eso que no recibiste en todo el año, que te estuvo rompiendo la cabeza. Para tener algo bueno, por fin, después de tanto padecimiento. Y el padecimiento, lamentablemente, siempre va a estar. Pero no es tan grave. Porque lo que viene después, esa consecuencia buena... es mucho más fuerte que cualquier padecimiento. Y es que en realidad... talvez no te des cuenta; pero retrocedes un paso, das dos. Esperá, no enjuicies a tu destino o a la suerte de tu vida demasiado pronto. No te adelantes, llamando consecuencias a simples cosas del camino. Llamá consecuencias a aquellas que


 verdaderamente se lo merecen.

{ Nunca me importó pensar en mí, sé que puedo superar lo que quiera si me lo propongo verdaderamente. Así que este momento no es sobre lo que me pueda pasar a mí: es sobre lo que vos quieras. Porque el cambio en mi vida no tendría la misma magnitud que en la tuya. Yo creo que dejar pasar esta oportunidad, con vos, es algo total y completamente irracional. Pero no es la única opción. No quiero que pienses en mí, quiero que pienses en vos. }


- Ves que es bola y no gira, no sirve pa' nada -
- porque está atascada, mi amor -



Tantas escaleras es una canción que me vive resonando en la cabeza.

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